Bienvenidos


Es de nuestro agrado invitarlos a la presentación de la obra de danza contemporánea LIVING PARADISO, a continuación los detalles de la obra:

Lugar: Teatro del puente, Parque Forestal s/n, entre puentes Pío Nono y Purísima, Alternativas de estacionamientos pagados en Pío Nono 40 y Bellavista 052

www.teatrodelpuente.cl
fono reservas: 7324883

jueves 21:00 viernes y sábados 22:00,
valor: 5.000 general 3.000 est. y tercera edad
18 de Noviembre al 18 de Diciembre

Dirección : Claudia Cabezas y Paula Sacur
Interprete: Paula Sacur
Musicalización: Carlos Barros
Músicos invitados: Jim Hast
Iluminación: Marcelo Arancibia
Con la participación de las intérpretes: Vannia Villagrán, Antonia González y Fernanda Moscoso
Jefe Técnico: Julio Escobar
Producción: Vannia Villagrán


Algunas fotos:





INVITAN:

Teatro del Puente

AUSPICIAN:

Sodimac, Gobierno de Chile (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes), Soporte Publicitario y Ópera Catedral.

PATROCINAN:
Ilustre Municipalidad de Santiago


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CRÍTICAS PUBLICADAS DE LA OBRA:

Fuente: revista impulsos
link: www.consejodelacultura.cl/impulsos/

“Paula Sacur tiene cara de Danza, y de Danza Contemporánea”

Livingparadiso escenifica una temática absolutamente contemporánea: La sensación de soledad unido a un profundo sentimiento de vacío (…) Y es aquí donde el rostro de Paula Sacur se consagra con un trabajo sumamente profesional, reflexivo y maduro, y no por eso menos humano y emotivo. La simpleza y verdad con que la vemos transitar por tan variados estados emotivos dejan entrever la ardua investigación introspectiva vertida en este trabajo.

Paula Sacur tiene un rostro bastante peculiar, proyecta una imagen que a diferencia de muchas bailarinas queda en la retina del espectador, y no lo hace como muchas gracias a artificios de lentejuelas, maquillaje y sonrisas perfectas, es que su cara es una cara reconocible, y no precisamente por cualidades que responden a cánones de belleza, no hablamos sobre la banalidad de una cara bonita o una cara fea, sino de un rostro donde converge una mezcla de niña y de mujer, de inocencia y ternura, de fortaleza y madurez, de frescura y profundidad: Paula Sacur tiene cara de danza, y de danza contemporánea.

Esta ves, vemos su cara danzar en un espacio decididamente reducido, tan intimo que genera una verdadera cercanía con el espectador, donde más que un testigo o un espía de la situación le parece estar dentro de de ella. Y es en este espacio donde se narra durante casi una hora los miedos, anhelos, sueños, alegrías y desesperaciones de una mujer que tras llegar de su rutinario trabajo se sumerge en la soledad de un ocio nocivo que la lleva al borde de la locura pasional, donde los recuerdos se entremezclan con los deseos, difuminando la línea entre lo lineal y lo imaginario.

Livingparadiso escenifica así una temática absolutamente contemporánea, propio de la era posmoderna: La sensación de soledad, la exacerbación del yo unido a un profundo sentimiento de vacio, pero que a la ves es un vacío completamente lleno de nuestro sentir, tal como lo afirma el teórico francés Gilles Lipovestky en su libro “La Era del Vacío”.

No es de extrañar la preocupación de Paula Sacur por una danza con contenido, y es que eso se ha comprobado con sus anteriores trabajos como “Interrupciones: acto urbano” y su solo anterior “Costa de Marfil”. Pero es definitivamente con Livingparadiso donde el rostro de Paula Sacur se consagra en un trabajo sumamente profesional, reflexivo y maduro, y no por eso menos humano y emotivo. La simpleza y verdad con que la vemos transitar por tan variados estados emotivos dejan entrever la ardua investigación introspectiva vertida en este trabajo, fruto de la colaboración recibida por la actriz Claudia Cabezas quién actuó como su ojo externo para la dirección de esta pieza, lo que reafirma la necesidad de un cruce más fluido entre actores y bailarines, entre teatro y danza, para así servirse de más y nutridos lenguajes en la narración de la premisa.

Destacan en este trabajo muchísimos momentos que están a la altura de su temática y su reflexión, como por ejemplo el momento de silencio y quietud cuando por minutos se recuesta sobre un macetero con pasto transportándonos a un parque lleno de infancia y luminosidad, o cuando se inventa un temblor que no es reflejo más sino de su propio sismo interior, o cuando se desdobla y divide en cuatro mujeres que bailan y sienten lo mismo para así tener una compañía mutua. Todas estas escenas contrastan con otras (las menos) en las que se ve una forzada situación o una apresurada fijación como la del coqueteo “regetonero” con la ventana, o la rigidez y lentitud del cambio de vestuario del principio de la obra, donde tal ves faltó un poco de diálogo entre la dirección y la interpretación. Sin embargo estos pequeños momentos no se ven no superados por el resultado final de la obra.

Es así como finalmente Livingparadiso se instaura como una obra fiel reflejo de nuestra íntima actualidad, un solo que claramente será referente de futuros solos de una danza que pretenda ser tan opinante como esta, y es probablemente esa veracidad y esa humanidad la que realmente cautiva al espectador, además por supuesto de la magia que irradia el rostro cálido y vibrante de Paula Sacur.

Francisco López González
Egresado de Actuación Teatral de la U. de Chile
franciscoievich@gmail.com



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Fuente: Diario La Nación
link: www.lanacion.cl


Paula Sacur danza contra los pequeños departamentos del centro

Una mujer sola llega al living de su hogar directo de la pega. Es un espacio reconocible, un departamento pequeño construido para dar estabilidad y confort, pero que a ella la expulsa, pues no satisface sus necesidades. Ella no recuerda muy bien lo que tenía que hacer y la inquieta el orden en que está el sofá, dos lámparas, una mesita, teléfono, un cenicero, un reloj y un macetero que en su inconsciente, representa el paraíso en esa jaula.

Eso es "Living Paradiso", una claustrofóbica pieza de danza contemporánea, que la promisoria bailarina y coreógrafa Paula Sacur está presentando en una habitación de una casona en Villavicencio 323 (Barrio Lastarria, Metro Universidad Católica) y que también encierra una crítica a los nuevos edificios céntricos de Santiago.

Vidas pequeñas

"La gente aspira a tener su propio departamento pero tiene que vivir su vidita en tres metros cuadrados", dice Sacur, quien en términos escénicos se acerca al teatro, proyectando una interpretación más que una representación. "Se trata de habitar un lugar, instalarme ahí y hacer presente. Es simplemente estar", agrega. Algo que ya había hecho en su última pieza, "Costa de Marfil" en el Centro Cultural de España en enero.

En "Living Paradiso", la coreógrafa trabajó en conjunto con la actriz Claudia Cabezas ("Máquina Hamlet"), quien tomó el mando para entrar en el cotidiano que reboza la pieza. "La invité al proyecto porque el movimiento por movimiento ya no me era suficiente, lo hice por años estudiando y compañías y ahora quería avanzar un poco. Y ella es muy poética, me mostró otra forma de entrar en escena", cuenta la coreógrafa.

Eso tiene que ver con aspectos que el teatro puede hacer de forma más concreta que la danza. "Muchos me dicen que la danza es elitista, abstracta y no se entiende. Hay gente que estudia el cuerpo en movimiento y está bien, pero he preferido acercarme al teatro y me llamó la atención cómo trabajan, el tener un objetivo en escena como simplemente tomar una taza y beber café", explica.

Algo imperativo para esta obra apoyada por el Fondo de desarrollo de las Artes y Cultura, pues su hora de duración, puede ser una eternidad para un público no acostumbrado a observar danza y debe estar encerrado en una habitación. Sin embargo, "cuando llega el público veo a mucha gente que no conozco ni de la danza ni del teatro, sino que van pasando por afuera", comenta Sacur.


Jueves 10 de julio de 2008
Por Rodrigo Alvarado E. / La Nación